“Santo no quiere decir inmaculado”, dice monseñor Arancibia. “En un mundo que habla de corrupción, deshonestidad, traición, mentira, es un impacto fuerte recordar a los cristianos que están llamados a vivir de otra manera”

Santo argentino: el cura Brochero fue canonizado por el papa Francisco, el 17 de octubre de 2016 (acuarela de Enrique Breccia)

La Argentina tiene dos santos, 9 beatos y 47 candidatos más a los altares. En palabras de monseñor José María Arancibia, arzobispo emérito de Mendoza, y Obispo Delegado para las Causas de los Santos, “la Argentina, que estaba bastante demorada, desinteresada de estos temas, en unos cuantos años, ha adquirido una experiencia y una práctica muy interesante en el tema de las canonizaciones”.

Monseñor José María Arancibia, obispo delegado para las Causas de los Santos

La Delegación para las Causas de los Santos viene desarrollando una tarea, convocando a los postuladores -así se llama a quienes llevan adelante la causa de canonización de una persona- y también a asesores históricos y teológicos, de reunión y sistematización de las biografías de los santos y beatos argentinos, la situación de las causas en trámite, tanto en su fase diocesana, es decir, local, como en la romana, una vez que el expediente es enviado a la Santa Sede. Todo ello puede verse en la página web de la Delegación.

Pero además, ha convocado para el próximo miércoles, 1º de noviembre, Solemnidad de Todos los Santos, a una Jornada de Oración por la santificación del pueblo argentino y la glorificación de sus siervos de Dios, a través, entre otras cosas, de tres mensajes en video, el primero de los cuales puede verse aquí.

VIDEO: INVITACIÓN A LA JORNADA DE ORACIÓN

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Como señala uno de los videos producidos para esta convocatoria, la Iglesia quiere recordar que la santidad es para todos. “Hoy parece extraño pero es interesante y es un impacto fuerte que, en un mundo que tiene que hablar de corrupción, de deshonestidad, de traición, de mentira, en un momento les recordemos a los cristianos que están llamados a vivir de otra manera”, dijo monseñor José María Arancibia a Infobae, en esta charla desde Córdoba, donde reside, y en la que se refiere a la tradición argentina en materia de vidas heroicas.

— ¿Qué esperan lograr con esta campaña?

— Desde hace unos 25 años el Episcopado argentino quiso dedicarse más todavía al estudio de las figuras que han brillado en la Iglesia argentina, por su virtud, por su santidad, por su aporte al pueblo. Y se han estudiado las causas cada vez con más interés, con más fruto. Al mismo tiempo, nos sentimos obligados a pensar también en nuestra propia virtud, o sea el testimonio de vida cristiana que nosotros damos como pueblo. Entonces se ideó esta jornada con la doble finalidad de pensar en los que van a ser glorificados por su vida brillante, virtuosa, y al mismo tiempo rezar para que el pueblo descubra también su vocación de la santidad. Por eso tiene ese título largo: “Jornada de Oración por la Glorificación de los Santos y la Santificación del Pueblo Argentino”.

VIDEO: ¿LA SANTIDAD ES PARA TODOS?

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— Ahora, sucede que a veces la canonización o beatificación de estas figuras las hace aparecer como lejanas, como modelos inalcanzables, cuando en realidad hicieron su servicio en medio de la gente…

— Sí, también es por desconocimiento que se tiene esta imagen, como usted dice, de lejanía. La figura del cura Brochero por ejemplo era legendaria pero a medida que se iba estudiando y luego divulgando la vida de este hombre, se vuelve alguien cercano a nuestro tiempo, muy cercano a nuestros problemas y con un servicio magnífico prestado a su pueblo, tanto en el orden estrictamente espiritual o cultural como en el orden de la promoción de su gente.

Brochero, el cura gaucho, que desarrolló su misión entre los pobladores olvidados de las sierras cordobesas

— Así es. También recuerdo el caso -aunque todavía no es beato, sino Siervo de Dios- de Enrique Shaw. Si uno le dice a la gente que un empresario puede llegar a ser santo o beato, seguramente se sorprenderá porque se piensa en un santo como alguien religioso o que lleva una vida completamente alejada del mundanal ruido…

— Por eso, por eso admiramos tanto que los empresarios, que la Asociación de Empresarios Católicos, hayan querido promover esta figura. En el caso de Shaw, está completada la fase argentina, es decir la fase hecha en la diócesis donde él vivió y murió. Luego se debe hacer la segunda fase, en Roma, durante la cual se estudia todo el material recogido aquí. Esta lista larga de candidatos muestra también que hay otros laicos en distintas condiciones de vida. El propio Ceferino Namuncurá fue laico, por más que tenía ganas de ser cura, pero murió adolescente. Laura Vicuña, que está beatificada, era una adolescente nomás. Empezó a ser religiosa siendo adolescente y entregó su vida por su familia.

El presidente Mauricio Macri y su esposa en la ceremonia de canonización del cura Brochero en el Vaticano, octubre de 2016 (Reuters)

— Es también el caso de Mama Antula, María Antonia de Paz y Figueroa, que era una laica consagrada, no era religiosa.

— Exactamente, no llegó a ser religiosa, se llamaban “beatas” en aquel tiempo, aunque hoy suene un poco feo el nombre. Eran mujeres que,en nombre de Dios se dedicaban a obras espirituales, a la catequesis, a los pobres, a atender a los enfermos. La madre Catalina, que va a ser beatificada el mes que viene, vivió 40 años, estuvo incluso casada. Como muchas otras mujeres que también se han destacado en su vida laical aunque después se hayan hecho religiosas.

Fuente: Infobae 


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